CAMINO DE LAREDO

UN POCO DE HISTORIA

ANDANZAS DE UN QUESO FRESCO DE CAMINO A LAREDO

La Ruta Carlos I o V tiene como objeto hacer un pequeño homenaje al Rey Español o Emperador Romano Germano que gobernó el mundo allá por el siglo XVI, cuando España todavía se erigía como el gran imperio dominante de la época. Más concretamente se recuerda y celebra el viaje que realizó el 28 de septiembre de 1556 en el que desembarca, proveniente de Flesinga (Países Bajos), en el puerto cántabro de Laredo (Cantabria). Allí comienza un duro viaje por tierra que le hará cruzar la mitad de la Península Ibérica hasta llegar al Monasterio de Yuste (Extremadura) siendo porteado en una pequeña carroza por 4 sirvientes en una travesía que duro casi mes y medio.

Nosotros rememoramos este viaje del Emperador Carlos V a la inversa, cargados de ilusión y de equipaje en las mochilas comenzamos nuestro particular viaje el 1 de marzo de 2015. Siguiendo los pasos del emperador en su retiro a Yuste, queremos 5 siglos después, realizar la misma andadura, pero a la inversa. Toda una experiencia que nos permitirá conocer las provincias de Santander, Vizcaya, Burgos, Palencia, Valladolid, Ávila, Salamanca y Cáceres. Nos empaparemos de sus gentes, gastronomía, lugares históricos, arte y todo lo que pueda caber en nuestras mochilas hambrientas de viajes y experiencias.

Van a ser casi 600 kms. en total realizados en más de 20 días con un desnivel acumulado subiendo total de 6.700 mts. Se ascenderán 3 puertos de montaña de envergadura como son el puerto de Tornavacas (Cáceres- Ávila), La Mazorra (Burgos) y Los Tornos (Burgos-Cantabria).

El trazado de la Ruta Carlos V publicado es un diseño muy particular y genuino de Queso Freso intentando respetar el trazado original que realizó el Emperador camino de su retiro en Yuste. A lo largo de toda la ruta intentamos respetar el paso por todos los pueblos en los que durmió Carlos V. Estos pueblos son los únicos en los que hay algún tipo de cartel indicativo de la ruta en la entrada del mismo. Por lo demás no encontrareis ningún tipo de señalización a lo largo de todo el recorrido. La ruta como tal, no existe, olvidaros de la maravillosa señalización del Camino de Santiago. Eso sí, si queréis vivir una gran aventura, este es vuestro viaje.

Salud y suerte en esta hermosa aventura.

Pinceladas de Historia

El 8 de agosto de 1556, el Emperador Carlos V abandona definitivamente Bruselas (Países Bajos) emprendiendo su viaje de retiro a Yuste (Extremadura). Acompañado por una escolta de unas 50 naves, llegó a España y, en concreto, a Laredo, en la costa cántabra (en cuyo puerto un busto del Emperador recuerda su paso por allí), el 28 de septiembre después de un complicado viaje naval debido a las inclemencias del tiempo. Al día siguiente de tocar puerto, el 29 de septiembre de 1556, se desató un gran temporal que provocó que, en el mismo puerto de Laredo (Cantabria), una de las naves se fuera a pique con 80 tripulantes.

El 5 de octubre el Emperador emprendió su último viaje hacia Yuste, y la comitiva compuesta por 150 personas hubo de ser dividida en dos, ya que no en todas partes era posible alojar un séquito tan numeroso.

El Emperador y su séquito recorren Castilla. Llegarán al puerto de Tornavacas el 13 de noviembre de 1556 —el último puerto que cruzará en su vida, según él—, desde allí será transportado a hombros de los lugareños en una silla hasta Jarandilla de la Vera (Cáceres) donde se alojará en el Palacio de los Condes de Oropesa, a la espera del final de las obras en su palacio del Monasterio de Yuste.

Un largo viaje desde el corazón de Europa a la cacereña comarca de La Vera. El Emperador Carlos V realizó un recorrido de casi 95 leguas (unos 550 kilómetros) y tras pasar por diversas poblaciones de Cantabria, Vizcaya, Burgos, Palencia, Valladolid, Salamanca y Ávila, llegó desde El Barco de Ávila a la provincia de Cáceres, donde entró por Tornavacas y desde allí se desplazó (llevado en silla de manos y, en ocasiones, a cuestas por gente del lugar) a Jarandilla de la Vera (Cáceres), donde llegó el 12 de noviembre de 1556, alojándose en el castillo de los Condes de Oropesa —actual Parador Nacional de Turismo—, hasta que su palacio en Yuste estuviera terminado. Concluidas las obras continuó viaje hasta Cuacos de Yuste (Cáceres), y desde Cuacos al Monasterio de Yuste, a menos de dos kilómetros, donde llegó el 3 de febrero de 1558, es decir, año y medio después de iniciar su viaje.

El 3 de febrero de 1557, Carlos V llega con un séquito de apenas 50 personas al Monasterio, atendido por 38 monjes jerónimos. Allí entretendrá sus últimos días pescando en el estanque anejo al palacio, leyendo, atendiendo su afición por los relojes y, sobre todo, preparándose cristianamente para su muerte acaecida el 21 de septiembre de 1558. En el Monasterio vivió poco más de siete meses, pues falleció en el mismo, de un ataque de paludismo.

Este trocito de la historia en Extremadura es hoy uno de los recorridos senderistas más bellos de la alta Extremadura. Recuerda el viaje real —o imperial—, desde el Valle del Jerte, en la localidad de Tornavacas, hasta Jarandilla de la Vera atravesando las cumbres de Gredos en el Sistema Central. Es una ruta dura, de media montaña con 27 km. de distancia aproximadamente y un desnivel acumulado de unos 1.000 metros. La ruta recorre dos de las comarcas más conocidas y bellas de Extremadura, dos de los destinos turísticos —Valle del Jerte y La Vera— más demandados.

Acabarían así los pasos de este infatigable viajero, que recorrió el continente en un sueño de hegemonía imperial y espiritual que, aunque no se logró, sí configuró las bases de las próximas estructuras políticas de occidente. Una figura clave para conocer la historia de España y Europa.

Como peculiaridad, señalar que nosotros hicimos la ruta al revés, es decir, empezamos en la localidad de Jarandilla de la Vera (Cáceres) y terminamos en Laredo (Cantabria).

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Persigo la felicidad y la montaña responde a mi búsqueda.