CAMINO DE LAREDO - Etapa 12

VALORIA LA BUENA - VILLAVIUDAS

17/05/2015

Descripción de la Etapa

De nuevo en marcha, ante en titubeo de si subir un día o dos y no tener nada mejor que hacer, subimos a continuar el camino por el Cerrato Palentino, territorio ondulado, coronado por varios cerros, de los que lógicamente recibe el nombre. Es una extensa comarca con más de 1.700 km2 situada al sur de Palencia.

El río Pisuerga, sus afluentes y arroyos, aportan frescor y verdor con su vegetación ribereña. En esta zona dominan los tonos ocres, dejándose ver, de vez en cuando entre ellos, los verdes de pinos, encinas y carrascas. Entre los cerros y los cultivos de cereal que dominan la línea del páramo, destacan las poblaciones que te proponemos visites a lo largo de diferentes rutas.

Madrugamos y por ese motivo nos quedamos sin poder tomar el café en Valoria la Buena (Valladolid). El día se presume bueno y nos saluda el Lorenzo, que nos acompañara todo el camino por el Cerrato. Salimos de Valoria la Buena (Valladolid) buscando la carretera que va a Peñafiel (Valladolid), indicándonos su nombre la calidad de vinos que hay por esta zona. Pasamos por la iglesia dando un pequeño rodeo. Ya a las afueras, y nada más cruzar la carretera sale el camino vereda de valdelimpia que va paralelo a la carretera VA-102 dirección Dueñas (Valladolid), buscando la plataforma del AVE, la cual nosotros dejaremos a la izquierda. Bien merece hacer un recorrido cultural en Dueñas y sus bodegas, pero nosotros por el momento lo obviaremos.

Una vez nos encontramos con la plataforma del AVE, la seguimos unos cientos de metros pasando delante del Centro Penitenciario La Moraleja que fue objeto de numerosas risas y adivinaciones previamente pues alguien comentó que era una granja de pollos —¡y qué pollos!—. Pasamos la carretera P-110 que va al Centro siguiendo nuestro camino de servicio paralelo a la plataforma del AVE. Encontramos diversos caminos a ambos lados, pero los dejaremos hasta el tercero a la derecha que seguiremos ya avistando la localidad de Tariego de Cerrato (Palencia). Nada más comenzar el camino nos encontramos una a la derecha que no seguimos y ya con el avistamiento del pueblo, cada vez más cerca, no hace falta indicaciones hasta la localidad. Damos unas vueltas buscando un lugar donde refrescarnos y no encontramos nada abierto, es más, un mesonero en su obrador nos indica que hasta las doce no abren y nosotros teniendo viandas y refrigerios decidimos comprar pan en una panadería local y tomar un tentempié a orillas del río Pisuerga y continuar camino.

La compra de pan fue casual, que preguntando a una señora nos indica que a esta localidad viene gente a comprar pan habitualmente desde Palencia y las localidades cercanas —(30 Km. a la redonda)— por su calidad. Nosotros con las indicaciones dadas vamos a comprar pan y ¡si no lo vemos no lo creemos! Una panadería de las de antes, a leña, y nos llama la atención la singularidad del padre e hijo en la tahona. Pedimos hacer foto y nos indican que no se pueden hacer fotos. Volvemos a mirar para grabar esa instantánea en nuestra mente. Julián recordando que su hija Marta que colecciona sellos panaderos pregunta por ellos al ver el que tenemos un sello en el pan que nos facilita y el hombre nos responde que no con sus parpados cargados y la cara enrojecida por el calor del horno, haciendo Julián un comentario sobre la enfermedad asociada a la salida. Seguimos el camino hacia las afueras pues nos han indicado que hay una zona de descanso a la salida para ver el río Pisuerga y el paisaje que nos espera posteriormente.

Tariego es muy conocido por sus mesones. Muy visitado por los palentinos por su cercanía a la capital. Es muy recomendado para todos aquellos que quieran disfrutar de la típica comida castellana, tanto tradicional como innovadora.

Seguimos la carretera local hasta Hontoria de Cerrato (Palencia). Su nombre, Hontoria, proviene del término latino “Fons Aurea” fuente en torno a la cual nació un asentamiento romano. En 1975 se descubrieron vestigios evidentes —cerámica romana, tejas y piedras— de la ubicación de una villa romana junto a las ruinas del antiguo convento de Santa Coloma. Los lugares del interés para los visitantes son: la iglesia de Santa Colomba, que fue donada al Abad Luminosa del Monasterio de San Isidro de Dueñas. Los historiadores creen que es mozárabe, puesto que Santa Colomba fue una santa cordobesa del siglo X. A su vez, la iglesia parroquial de San Miguel de Arcángel conserva restos románicos del siglo XII, aunque cuenta con elementos góticos y barrocos.

En Hontoria de Cerrato nos vuelve a pasar lo mismo que en Tariego. Los establecimientos de restauración se encuentran cerrados ya que son localidades de muy pocos habitantes, por lo que no nos queda otra que seguir el camino hasta la siguiente localidad a probar suerte, ya que unos vecinos nos dicen que el bar al menos hasta la una y media no abrirá y nosotros no esperamos y nos vamos. Seguimos el arroyo madre y tomamos el camino destino Villaviudas. Seguimos el camino y a pocos metros sale una pista a la derecha la cual tomamos y seguimos el viejo camino de Hontoria a Villaviudas, dejando a izquierda y derecha las primeras bifurcaciones, que nos alejan del destino, siguiendo el arroyo de la Raya, avistamos a lo lejos una subida a un páramo que nos llevara rectos a Villaviudas, divisando más de un centenar de molinos de viento al frente creyendo que pasaríamos por ellos y se encuentran en el siguiente páramo. Subimos al páramo por una pendiente bastante inclinada y continuamos rectos no haciendo caso a los caminos adyacentes a ambos lados. Nada más terminar el páramo avistamos Villaviudas cerca, realizando una bajada menos inclinada que la subida en un valle encajonado y forrado de millones de amapolas que tapizan el valle.

Entramos en Villaviudas (Palencia) y vemos una competición de BTT que ha animado el día a día de la localidad, preguntando por algún sitio donde refrescarnos nos indican que a la entrada del pueblo y siguiendo la calle que llevamos se encuentra el bar, donde nos acercamos a recuperar líquido y —¡qué mejor que una buena cerveza bien fresquita!—. Como el local está lleno por la competición de BTT, solicitamos permiso para ponernos al sol como los lagartos y degustar nuestras propias viandas, ofreciéndonos unos suculentos pinchos y le manifestamos que tenemos viandas, aun así, se ofrece a sacar algún pincho a nuestra mesa. Cuando llega ve nuestras viandas y le damos a degustar nuestro queso extremeño Perceiana que le ha llamado muchísimo la atención por su textura y olor, lo prueba y nos pide permiso para coger algún que otro trozo más. Seguimos con la reposición de fuerzas y se presenta con unas setas y algún que otro pincho, como excusa para pedirnos más queso. También aprovechamos para pedirle información de algún taxista de la zona, dándonos el teléfono de uno de ellos. Acabamos de reponer las maltrechas fuerzas y llamamos al taxista para recoger nuestro vehículo y regresar a casa.

Que ver...

  • Tariego de Cerrato (Palencia)

    Tariego de Cerrato es una villa castellana de la comarca del Cerrato en la provincia de Palencia situada en la ladera de un cerro, junto a la margen izquierda del río Pisuerga, dominando un vado natural que permitía el paso del río en época de estiaje. En sus inmediaciones han aparecido gran cantidad de restos arqueológicos que indican que ya estuvo habitado en la Edad del Bronce. En época celtibérica existió un importante poblado, posiblemente fortificado, que se resistió a la ocupación romana, para ser más tarde romanizado.

  • Hontoria de Cerrato (Palencia)

    Parece que el topónimo o nombre del lugar de Hontoria provenga de la aglutinación del sustantivo latino “fons foutis” más el adjetivo “Áurea” en sentido de dorada, esto es, frente de aguas amarillas-rojizas o “lugar de la fuente dorada”. Así en un documento de la catedral de Burgos de 1070 se la cita como “Fuente Áurea” y en otro del año 1352 se la denomina como Hontoria cerca de Tariego. Contó en su día en sus alrededores Hontoria con otros lugares cercanos ya despoblados: Santos Coloma, El Rebollar y Fuentes Cárcel.

  • Villaviudas (Palencia)

    Villaviudas es una localidad Palentina que debe su toponímico a la época de las repoblaciones medievales (siglo X), en la que muchos lugares reciben el nombre del repoblador que las ocupa, y en este caso el de un poblador de origen mozárabe llamado Vibdas o Uibdas, como ya se la mienta a la villa en un documento del siglo XII (villam Uibdas=La villa del repoblador Vibdas). La tradición popular dice que el nombre es consecuencia de una gran batalla en la que participaron hombres de esta villa que dejó pocos supervivientes, por lo que quedaron un gran número de mujeres viudas.

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Persigo la felicidad y la montaña responde a mi búsqueda.