Como decíamos madrugamos, desayunamos y ya vemos que el día se percibe bueno en el tiempo climatológicamente hablando y bueno por el disfrute que nos espera. Salimos hacia el lugar de partida con el comentario de que ayer podíamos haber realizado esta parte del camino hasta el alojamiento andando y haber partido desde aquí. Con ese comentario en la boca comenzamos nuestra andadura en Villavieja de Muñó (Burgos) por la carretera que va a Estépar. Justo donde nos encontraron hay un camino a la derecha que tomamos que va paralelo al arroyo Viejo y al río Arlanzón y ¡cómo no! a la A-62 dirección Burgos. Seguiremos este camino recto hasta la localidad de Cavia (Burgos) junto al río Arlanzón, la cual pasamos a horas intempestivas ¡no hay ni calles puestas aún! Así y todo, encontramos vecinos de la localidad que nos dan los buenos días. Llegamos a la carretera y giramos 90 grados a la derecha, siguiendo la carretera o calle de San Miguel, hasta un pequeño parque en una curva saliendo de ella un camino que cruza el río de los Ausines. Del mismo puente salen dos bifurcaciones y tomamos la de la derecha paralela al río, donde vemos que han realizado una entresaca de arbolado enfermo en la misma orilla del río.
Comenzamos a alejarnos del pueblo y del río Arlanzón. A la izquierda sale un camino que cruza el páramo, divisando desde lo alto el pueblo de Renuncio (Burgos) a lo lejos, aunque nos queda bastante hasta que lleguemos. Antes dejaremos a ambos lados caminos, cruzamos la Autovía A-62 y nada más pasarla y siendo la hora de reponer fuerzas nos ponemos a ello, sacando unas viandas y unas birras bien frías. Retomamos el camino cruzando nuevamente la Autovía BU-30, —que es la circunvalación de Burgos—, a pocos metros de la localidad de Renuncio (Burgos). Nos sorprende gratamente la pavimentación de sus calles y la fuente tan singular que hay en la plaza, donde encontramos a un lugareño con quien entablamos conversación y preguntamos si nuestro camino es el más adecuado, indicándonos que sí.
Retomamos el camino con gran alegría pues en breve llegaremos a Burgos, por el camino de Enmedio, haciendo nuestra particular entrada triunfal por el paseo del Espolón y por la entrada a la ciudad por el arco de Santa María. Pero para eso aún nos queda más de 40 minutos, lo mismo que para degustar unas birras bien frías en algunos de sus famosos bares y tapas. Salimos de la plaza de la localidad por la carretera hacia el antiguo camino de Burgos —el viejo camino de Renuncio a Burgos o de Carripartido—. Subimos un camino ondulante pasando el arroyo de la Fuente del Moro y posteriormente el arroyo de Valdueros. Desde aquí según vamos subiendo tenemos una preciosa imagen con los campos de Castilla en primer plano y la catedral de Burgos al fondo, instantánea preciosa que todos inmortalizamos. Comenzamos nuestro descenso entrando a Burgos por uno de los barrios ricos de Burgos, el bulevar del ferrocarril, y llegamos al río Arlanzón que nos ha acompañado todo el camino hasta la entrada de Burgos y por el que seguiremos hasta el Arcos de Santa María por el Espolón. No hace falta comentar como están los ánimos, estamos exultantes todos. Después de unas instantáneas, paramos en el bar de los mejillones, donde tomamos unas cervezas y unas raciones de mejillones.
Tenemos una entrada triunfal en Burgos, vemos muchísimos niños que han realizado su Primera Comunión esperando con ilusión la llegada de este día porque significa que irán vestidos de blanco mientras acompañan a la procesión de la carroza del Santísimo. Los Gigantes y Gigantillos siguen a la marcha con sus bailes para animar al público que asiste a la procesión, escoltada por soldados del regimiento de gastadores. Está claro; estamos en la celebración del Corpus Christi de Burgos.
Nosotros participamos — bailando— acompañando a los dulzaineros que animan gozosos a los participantes y observadores durante la procesión de la Custodia en la festividad del Corpus Christi.
Vista la hora y sabiendo que nos espera la comida en Olmos de Atapuerca (Burgos), no podemos demorarnos y retomamos ruta. Salimos por la calle de la Paloma, concordia, para salir a la avenida del Cid Campeador, que seguiremos hasta la carretera N-627. Continuamos por la carretera unos metros hasta dejarla justo a la entrada del hospital Divino Valles, en el que, a la izquierda de los aparcamientos, está la senda que comunica con la antigua carretera, carretera de Santander N-627, la que será desde ahora nuestra compañera de fatigas en la parte norte de Burgos. Nuestra entrada a Villatoro (Burgos) es triunfal, llamamos para saber dónde están los vehículos y sin darnos cuenta los encontramos aparcados frente a un bar ¡que causalidad! ¿verdad?.
Entramos en él y tomamos unas cervezas y vemos una guitarra aparcada. Preguntamos si está en uso y nos invitan a cogerla y como nosotros somos muy difíciles de convencer nos arrancamos con unas populares. Después de un par de birras nos invitan ya a paella, declinando la invitación por tener que desplazarnos a Olmos de Atapuerca (Burgos). Salimos en nuestros vehículos de Villatoro dirección Olmos de Atapuerca y el GPS de tráfico nos pierde, pero damos con la carretera correcta y llegamos. Visitamos otro venerado convento cervecero y nos vamos a comer a la finca de la prima de Samuel, donde pasamos una agradable comida.
Cavia es un municipio del Alfoz de Burgos, existe controversia con la b y la v de su nombre, aun así, le corresponde el honor de ser los vecinos más antiguos del alfoz de Burgos. A la villa de Cabia (Cavia escriben algunos) le corresponde el honor de presentarnos documentalmente a los vecinos más antiguos del alfoz de Burgos. La escritura se guarda en el Monasterio de San Pedro de Cárdena y data del 1 de marzo del año 899, y además esta fecha ha servido para conocer la antigüedad del célebre monasterio. En el Becerro de las Behetrías de Castilla, Cabia ocupa el primer folio, en el tiempo, y a su campo pertenecen las viñas y labranzas; todo ello indica una muy temprana ocupación cristiana y la colonización del Bajo Ausín y Medio Arlanzón apenas asegurada la fundación de la ciudad y el castillo de Burgos.
Renuncio es una localidad del Alfoz de Burgos, perteneciente al ayuntamiento de Villalbilla de Burgos y se encuentra a 8 km de Burgos capital. Su economía se basa fundamentalmente en la agricultura de secano. Según los historiadores, Renuncio en la antigüedad fue una localidad de importancia, debido a la existencia del monasterio conocido con el nombre de Santa María de Renuncio en el que habitaban las monjas Bernardas, parece ser que antes del año 1180. Con la construcción del monasterio, se asentaron las primeras familias bajo su resguardo. Desde su fundación hasta su posterior destrucción el pueblo de Renuncio estaba totalmente influenciado por el monasterio. A lo largo de la historia el monasterio sufrió varios incendios. Ya en el año 1559 sufre un incendio que lo destruyó por completo, en ese momento empieza la decadencia del pueblo de Renuncio.
Burgos es una ciudad española situada en el norte de la comunidad autónoma de Castilla y León. Existen pruebas de asentamientos durante el Neolítico y la primera Edad del Hierro en el cerro del Castillo, el cual domina la ciudad. Sin embargo, se considera que la ciudad fue fundada como tal por el conde Diego Rodríguez “Porcelos” en el año 884. Hacia el año 930, se convirtió en capital del condado de Castilla primero dependiente del reino de León e independiente después por actuación del conde Fernán González. Fue la capital del reino de Castilla, y de manera intermitente de la Corona de Castilla, desde 1230 hasta el reinado de los Reyes Católicos. Estos dictaron en la ciudad en 1512 las Leyes de Burgos, las primeras leyes que la Monarquía Hispánica aplicó en América para organizar su conquista, germen de los actuales Derechos Humanos. Posteriormente fue la capital de la antigua región histórica de Castilla la Vieja, y primera capital provisional de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Existen muestras evidentes de un asentamiento humano en el cerro del castillo que domina la ciudad en el Neolítico (4.500 años a.C.) y en la primera Edad del Hierro (850 a.C.) aunque la ciudad de Burgos es fundada como tal por Diego Rodríguez conocido con el sobrenombre de “Porcelos”, en el año 884. Alfonso III Rey de León intentando frenar el avance sarraceno, ordenó al Conde D. Diego que fundase un burgo murado a orillas del Arlanzón. Burgos, poblada por mandato regio y con un fin puramente militar, sometida directamente a los Reyes de León y con el gobierno prudente de D. Diego, tardó poco en adquirir lugar preeminente entre los demás Condados.
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