Esta etapa está marcada por la presencia del Alto de Los Castaños, ubicado a unos quinientos metros de altitud. Desde este punto, descenderemos progresivamente hasta llegar a Grimaldo, donde tendremos la oportunidad de visitar su iglesia de Santa María y disfrutar de la rica gastronomía que ofrecen sus restaurantes.
En el primer tramo, hasta Cañaveral, recuperamos el camino original, ya que las obras del AVE lo habían cortado hasta el año 2023. A través de una meseta, evitamos así el arcén de la N-630. Después de pasar por Cañaveral, nos enfrentamos a una firme subida al Alto de los Castaños. Continuamos por una senda que atraviesa una preciosa dehesa hasta llegar a Grimaldo, un pequeño pueblo situado a 600 metros del camino oficial.
Desde el albergue retrocedemos los 600 metros hasta la nacional; donde tomamos un camino de tierra a la derecha. desviándonos luego hacia el cerro Garrote, ascendiendo por un camino que nos ofrece una vista panorámica del embalse y del antiguo Camino de la Plata. Descendemos gradualmente por la ladera del pico Silleta en dirección a Cañaveral, siguiendo caminos similares a los de la jornada anterior. Desde el desvío hacia Cañaveral, aún nos quedan tres kilómetros, pero podemos optar por continuar directamente hacia Grimaldo sin hacer parada en Cañaveral.
Si elegimos descender hacia el puente de San Benito, nos encontraremos con la nacional, que nos llevará directamente a Cañaveral. Una vez allí, podemos visitar su iglesia parroquial de Santa Marina o el Santuario de Nuestra Señora del Cabezón. Continuamos por asfalto hasta la ermita de San Cristóbal, desde donde ascendemos hasta el alto de Los Castaños por la carretera nacional. Después de coronar el alto, nos adentramos en un sendero que nos lleva a una cantera cercana. Tras un tramo empinado, el camino se suaviza al adentrarnos en un pinar, desde donde podemos optar por descender por un sendero asfaltado o continuar por carretera.
Si seguimos por carretera, llegaremos a un cruce donde torceremos a la derecha. Si optamos por el camino, cruzamos una cancela y pasamos bajo un puente antes de llegar a Grimaldo, nuestro destino final para esta etapa.
Como en etapas anteriores debemos ir bien cargados de agua y provisiones en general, sobre todo en verano donde los golpes de calor por la falta de sombra pueden jugarnos una mala pasada. Salvo esto, esta etapa no supone dificultades añadidas para ciclistas o personas con movilidad reducida.
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