Comenzamos nuestro particularísimo camino de Santiago “Vía de la Plata”, un duro día de invierno —de frio y lluvia— y no todos los integrantes, sino que una parte de ellos ya que el resto no podía, gracias al curro y compromisos familiares, lo dicho, salimos desde La Puerta del Parque de los Pinos de Plasencia, en dirección al Monte de Utilidad Pública “Valcorchero”, subimos hasta las Josefinas y nos adentramos en la urbanización de Ciudad Jardín, por la cual nos dirigimos al antiguo Camino del Puerto, por el ascendemos hasta la ermita de la patrona de la Ciudad, conocida como “La Canchalera”, —sellamos nuestra particular credencial— y continuamos nuestro camino por el Camino Real dirección al Villar —Villar de Plasencia—, adentrándonos en la umbría del Monte Valcorchero, pasando por la fuente del Cañito y acercándonos a la finca del Almendral, la cual cruzamos —por decir algo, ya que casi la nadamos— y retomando otra vez el camino dirección al pantano de Oliva de Plasencia, cruzado en la parte superior del mismo, hacemos una breve parada para fotografiar la fuente y parte del Camino Real empedrado aun existente.
Subimos una pequeña pendiente por el camino enlosado que nos deja a la entrada del Villar por su dehesa, la cual encontramos totalmente empapada de agua y con algunas dificultades la cruzamos, saliendo a la ermita de San Antonio, encontramos más dificultades por la gran avenida de agua que traía la garganta del Hoyo, la cual cruzamos con puchos problemas en un pequeño estrechamiento de la misma y llegándonos el agua a las orejas, cruzamos y nos dirigimos al Villar de Plasencia, donde realizamos una breve parada en el Bar … (Hogar del Pensionista), donde su gerente accedió a que sacáramos nuestras viandas para reponer fuerzas con un café que nos puso él —y unas cervecitas frescas—, una vez recuperadas fuerzas, fuimos a la parroquia donde habíamos quedado en sellar con el párroco —Fray Antonio López— por la mañana en la ermita de la Virgen del Puerto, una vez sellado nos acercamos al descansadero y abrevadero de ganado de la antigua Mesta, para proseguir nuestro camino por el mismo cordel y fincas particulares hasta salir a la carretera N-630, donde encontramos dificultades nuevamente —otra vez el agua— para cruzar y retomar el cordel, viendo que este estaba anegado de agua, decidimos cruzar la Autovía de la Plata (A-66), encontrando nuevamente dificultades para cruzar la Autovía de la Plata (A-66) y seguir paralelamente a ella por la antigua vía férrea Plasencia – Astorga hasta llegar al Hostal Asturias, pero en el último tramo tuvimos que ir por la antigua N-630 por encontrarse está —vía férrea— llena de vegetación y por su mal caminar, además de estar muy resbaladiza.
Una vez concluida la etapa en el Hostal Asturias, sí que repusimos fuerzas —cervezas y viandas por doquier—, allí la amabilidad de Oscar y su personal que nos dieron todas las facilidades del mundo.
Fundada como ciudad por el rey Alfonso VIII de Castilla en 1186. Su establecimiento en el lugar se debía a razones de estrategia militar propias de la Reconquista, pues a escasos kilómetros de la ciudad se hallaban las fronteras castellanas con el reino de León al oeste y con los musulmanes al sur. La frontera con los leoneses estaba marcada en esta zona por la vía de la Plata, una importante calzada romana que hoy se usa como ruta de senderismo. Hasta el siglo XIX, fue la capital del sexmo de Plasencia, comunidad que llegó a abarcar la cuarta parte del territorio la actual provincia. Pese a no haber tenido más de veinte mil habitantes hasta el censo de 1960, en la ciudad han ocurrido acontecimientos importantes como la boda de Juana la Beltraneja en la Guerra de Sucesión Castellana y la iniciativa de compra del voto en Cortes que dio lugar a la creación de la provincia de Extremadura en 1653.
Situado en la ladera de la Sierra de los Montes de Tras la Sierra, mirando al oeste. La localidad esta históricamente unida a la vía de la plata ya que parte de ella trascurre por esta localidad. Igualmente, en dicha localidad comenzaba el camino real a Plasencia. A la caída del antiguo régimen la localidad se constituye en municipio constitucional, conocido entonces como villar.
Municipio de la provincia de Cáceres. Es una zona llana, con dehesas y olivos, de economía principalmente ganadera. A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional, conocido entonces como Oliva en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido Judicial de Plasencia. En el censo de 1842 contaba con 150 hogares y 822 vecinos. La iglesia, dedicada a San Blas, del siglo XVI, donde podemos encontrar un retablo de estilo barroco que data del siglo XVIII. Cuenta con el Palacio de los Condes de Oliva, del siglo XVII. Por todo el municipio podemos observar multitud de inscripciones romanas repartidas por todo el pueblo.
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