CAMINO MOZARABE - Etapa 4

FUENTEROBLE DE SALVATIERRA - MORILLE

19/05/2013

Descripción de la Etapa

La etapa opta por ascender al Pico de la Dueña, la cota más alta desde Sevilla, y deshecha parte del trazado de la vía romana que pasaba por la actual finca de la Dueña de Abajo, donde se ha argumentado la localización de la mansio Sentice.

Comenzamos la etapa en la misma puerta del albergue, saliendo de él y hacia la derecha por la calle Conejal y la carretera en dirección a Casafranca. Pasados 1.300 metros dejamos por la derecha la superficie dura del asfalto, que cambiamos por el piso suave de una amplia vereda de ganados bajo la que se disfraza la calzada.

El paisaje lo forman algunas encinas diseminadas por el pasto y dos cercas de hormigón y alambre que delimitan la anchura del cordel. En una hora llegaremos hasta el arroyo de Navalcuervo y tras un pequeño repecho a un encinar donde se alza una cruz de madera y una choza construida con ramas. Seguimos entre las encinas y después de una portilla giramos a la izquierda y cien metros más adelante a la derecha. Unas flechas en la cancela de la finca nos invitan a entrar, no le hacemos caso a la invitación, ya que es mejor continuar por fuera y siempre paralelos a la valla. Caminamos campo a través, con la referencia de la valla de alambre y la de las flechas amarillas que están pintadas sobre las piedras. Después de pasar otra cancela, en el kilómetro 8,5 de la etapa, la pista se hace más patente. Hay que seguir por ella y pasar por un cruce de caminos. El de la izquierda va hacia Navarredonda de Salvatierra, pero nosotros continuamos de frente y ascendemos por la pista durante otro kilómetro para tomar una senda que sale por encima, a mano izquierda. Por esta senda, iniciamos la subida final al Pico de la Dueña, a 1.169 metros de altitud y coronado por una cruz de Santiago que se encargó de subir el párroco de Fuenterroble, Blas Rodríguez.

La ascensión al pico Dueña, la cota más alta desde Sevilla, no es el trazado más fidedigno a la vía romana, ya que es inverosímil que su trazado se planteara por aquí. Son más de tres kilómetros y medio. No son muy duros, pero al pasar a la altura de los aerogeneradores parece que ya hemos llegado y aún nos quedará un trecho hasta la cima. Bajo la cruz hay un excelente lugar para degustar las viandas recreándonos con las vistas del campo charro, donde reponemos fuerzas y perdemos el queso de Samuel y la navaja de JuanMa, hecho del que nos damos cuentas kilómetros más adelante, siendo el crack de Juanma quien nos deja atónitos con su comentario sobre lo acaecido en la jornada —dice JuanMa: yo por la navaja no regreso, pero por el queso… Sí—.

Descendemos entre el robledal por una senda de piedra suelta que enlaza con la carretera. Siguiéndola pasaremos junto a la dehesa La Dueña, donde se crían toros de lidia. No en vano estamos en el campo charro, comarca salmantina famosa por sus ganaderías. Más adelante podremos descansar los pies y rodar por alguna de las sendas que surgen paralelas a la izquierda de la carretera. Sin embargo, volveremos a ella para cruzar por un puente el arroyo Mendigos. Doscientos metros más adelante se encuentra la finca Calzadilla del Mendigos, cuna de la ganadería brava Montalvo.

Nuestra jornada sigue y en cuatro kilómetros de falsos llanos llegamos hasta un cartel amarillo que, con la indicación San Pedro de Rozados, nos lleva tras un repecho y una bajada hasta esta localidad, localidad que evitamos —nos hace realizar algún kilometro demás—, seguimos nuestro camino y dejamos San Pedro a la izquierda, a tan sólo trescientos metros, giramos por fin a la izquierda y recuperamos en parte el rumbo, por una amplia y despejada pista que en línea recta sigue la línea de postes telefónicos llegamos después de tres kilómetros hasta Morille, la única población del día que visitaremos.

Que Ver, que hacer...

  • San Pedro de Rozados

    San Pedro de Rozados está enclavado en el Campo Charro, tierra de encinares y dehesas idóneos para la cría de ganado, y en particular para los toros de lidia. Acerca de la historia de la localidad no se ha podido recopilar información antigua. Llama la atención el topónimo del pueblo. Según algunos lugareños proviene de una dehesa cercana que adquirió ese nombre porque por ella pasaba gente con grandes heridas o rozaduras y allí se les curaba. De ser así, lo más probable es que fueran peregrinos de camino a Santiago, ya que la calzada pasaba muy cerca de las casas del pueblo.

  • Morille

    Cuatro kilómetros más allá de San Pedro de Rozados, se encuentra Morille. Es la última población que atraviesa el peregrino antes de Salamanca. El municipio está formado por Morille, donde está el ayuntamiento, y los núcleos de la Regañada y Monte Abajo. En la década de los 50 llegó a tener 1.000 habitantes dedicados en gran parte a la minería, hoy es una pequeña localidad de apenas 200 vecinos.

Galería Fotográfica

Pasos que unen, cumbres que inspiran.