CAMINO DE LA GEIRA - Etapa 7

BERÁN - BEARIZ

26/08/2024

Datos Técnicos
DescripciónDatosDescripciónDatos
TramoBerán-BearizDistancia27,43 Kms.
Acumulado Subiendo1054 m.Altura Máxima798 m.
Acumulado Bajando698 m.Altura Mínima107 m.
Duranción9:10 horas

La Ruta

Magnífica etapa la de hoy en un Caminho da Geira e dos Arrieiros que no nos deja de sorprender por su variado recorrido y sus singulares tramos. Hoy nos tocará rebajar nuestro centro de gravedad para pasar un curioso tramo de árboles bajos a modo de túnel, la población de Salón con sus empinadas rampas nos recordará nuestros caminos en la Vía de la Estrella y un precioso mirador sobre la población de Feás nos dejará sin aliento ante la esplendorosa panorámica que se nos ofrecerá.

Datos de Interés

PoblaciónKms.A SantiagoAlbergueHotelesServiciosKms. Etapa
Lebosende4,2096,60
Pazos de Arenteiro4,0092,60
Salón2,1090,50
O Igresario2,1088,40
Distriz0,7087.70
Paredes0,5087,20
Vilachá2,0085,20
A Vesada1,7083,50
Feás0,5083,00
Magros7,3075,70
Beariz2,3073,40
27,43
Descripción de la Etapa

Siguiendo la carretera que lleva al centro de la población, donde a la derecha dejaremos la iglesia de San Breixo de Berán, que habremos visitado el día anterior. Giramos a la izquierda y subimos para acabar de cruzar la población hasta llegar a la capilla de San Roque, donde acaban las viñas y donde tenemos una escultura peregrina. Poco después pasamos un cruceiro y abandonamos el asfalto para tomar un camino de tierra que sale a la derecha.

Nos adentramos en unos 2,5 kilómetros de un precioso camino entre árboles y vegetación que nos acercarán a una cantera. Antes de llegar a ella y una vez pasadas unas ruinas de lo que parece una casa a nuestra derecha, bastante oculta por la vegetación, llegamos a uno de los puntos divertidos de la etapa de hoy, ya que nos espera un túnel de árboles bajos, muy bajos para ser exactos, que a los menos altos nos va hacer flexionar bien las rodillas y que hará que alguno de nosotros tenga que pasar el túnel literalmente de rodillas para el regocijo de los demás miembros del grupo.

Pasado este singular tramo salimos a una pista que seguiremos hasta alcanzar la carretera, que tomamos a la derecha para algo más adelante, a la altura de una casa, tomamos un camino que nos va a llevar a Lebosende pasando por su iglesia gótica.

Pasada la iglesia tomaremos la primera calle entre casas a la izquierda para seguirla completamente hasta el final hasta las casas del final de la población, donde encontraremos un cruce de pistas, tomando la de la izquierda.

Seguiremos por la pista dejando al poco una que sale a la izquierda, y en el siguiente cruce, dejaremos la pista, que se va a la derecha, para tomar un camino de tierra que se interna entre los árboles. Ahora deberemos prestar atención porque el tramo de bosque hasta alcanzar Pazos de Arenteiro es algo enrevesado.

En el siguiente cruce que encontremos, a unos 400 metros desde que entramos en esta zona boscosa, deberemos tomar el camino que sube ligeramente a la izquierda. Unos 600 metros después, tomaremos el camino que desciende a la derecha, y para finalizar, seguiremos unos 500 metros hasta tomar el camino que gira a la derecha nuevamente y que nos deja en una carretera, la OU-0414, donde una clara señal en el quitamiedos, nos indica que hemos de seguir a la izquierda para en algo menos de un kilómetro, encontrar la señal que nos indica que entramos en el concello de Boborás, y poco después A Ponte da Cruz, que no cruzaremos y que dejaremos a nuestra derecha.

Unos 500 metros después del puente medieval, en el que por lo visto hubo una célebre batalla contra los franceses en la guerra de 1809, giramos a la derecha entrando en la bonita población de Pazos de Arenteiro.

Atención, porque tal como nos indican los plafones informativos a la entrada de la población, estamos en un conjunto histórico sin parangón en todo Galicia, no en vano, nos encontramos en el único núcleo rural gallego con la exclusiva catalogación de Conjunto Histórico Artístico, cosa que ya percibimos al entrar en sus calles empedradas y ver las espectaculares placas que marcan los nombres de sus calles.

La pequeña población, situada en un enclave excepcional, la encrucijada de los ríos Avía y Arenteiro, acogió a la largo de su historia a la conocida como nobleza del vino, del vino ribeiro, por supuesto, como nos recuerdan los monumentales pazos palaciegos que podemos ver; a los buscadores de plata, como nos recuerda su topónimo Arenteiro, por el río, que se llamó antiguamente Argentairo por arrastrar en su lecho arenas de este metal precioso y para acabar hasta la propia Orden de Malta, cuyos vestigios podemos encontrar en diferentes elementos arquitectónicos de la población, con la Cruz de Malta que aparece en el tímpano de su iglesia románica.

Además, en Pazos de Arenteiro estuvo asentada desde el s. XII la única encomienda gallega de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, que se mantuvo hasta unos años después de su disolución, en 1489. Sus instalaciones, estuvieron en uno de los muchos pazos que podemos encontrar en la población, de ahí su nombre, en concreto, en el Pazo da Encomenda, que se encuentra anexo a la iglesia de San Salvador, en la que se conserva un bonito ábside con un peto de ánimas encastado.

Dejamos el centro de la población por un camino entre viñas que nos lleva a los barrios de A Vila y Requeixo, pasando por una fuente que dejamos a nuestra derecha. Después de las últimas casas, por asfalto, llegaremos al cruce con el río Viñao, que viene por la derecha y que es afluente del Avía, viendo ya desde la carretera colgado de la ladera, el pueblo de Salón, al que deberemos subir, estamos sobre los 115 metros de altitud y el punto más elevado de este tramo está a 565 metros, en la que es la considerada como subida más dura de todo el Camino de la Geira y de los Arrieiros.

Si subes entre las viviendas, en 300 metros de recorrido tienes que ascender 60 metros de altura. Si eliges la opción de ir por la carretera, ese desnivel se reparte durante 1,6 Kilómetros.

Girando a la derecha, tomaremos una calle y comenzará la subida que, en tres empinadas rampas consecutivas, nos dejarán en la iglesia de la población y en la carretera, que cruzaremos, para continuar ascendiendo entre casas ahora por camino de tierra y entre árboles. Pasaremos por la fuente de Eiria, y algo más adelante por un pequeño claro donde a la izquierda, encontramos un peto de ánimas con una santa en el interior.

Continuando con la subida, en un árbol a la derecha, encontraremos una concha peregrina de Henrique Malheiro, peregrino de Braga y uno de los impulsores de este camino, que recorrió junto a su esposa en 2017.

En un último esfuerzo en la subida, acabaremos llegando a O Igrexario, población donde nos acercamos a visitar la iglesia de San Miguel de Albarellos. Siguiendo por asfalto pasaremos luego por la aldea de Distriz, que dejaremos a nuestra izquierda, para alcanzar al poco la población de Paredes, donde encontramos una capilla con enrejado metálico, y donde podamos dar por concluida la larga subida que hemos iniciado con la primera rampa en la población de Salón.

Al pasar la granja llegarás a una carretera, siguiendo por la carretera, pasaremos por una finca y tomaremos el desvío a la derecha, que en unos 800 metros nos dejará en las primeras casas de Vilachá. Al llegar a una casa junto al campo de futbol, giraremos a la derecha para seguir por una pista y luego otra vez por asfalto para llegar a Feás, donde encontramos el único bar en el tramo entre Pazos de Arenteiro y Beariz, y donde aprovechamos para hacer una pausa. Se trata del Bar Nictron, al que es conveniente avisar de nuestra llegada en caso de que queramos comer algo.

Unos metros pasados el bar, giramos a la izquierda para pasar entre casas y girar luego a la derecha hasta la iglesia de San Antón de Feás, que dejaremos a la derecha para comenzar a subir por asfalto de manera progresiva. A media subida encontraremos un desvío indicado como “O mellor banco do mundo”, en el que, si tenemos fuerzas y ganas, vale mucho la pena, subir los 300 metros que llevan hasta él para encontrar el citado banco, en el Alto das Figueiras, una bandera gallega y unas espectaculares vistas de la población de Feás, que ya ha quedado abajo a lo lejos, y el valle que la rodea.

Hecho el recomendable ida-vuelta, seguimos ascendiendo por la carretera hasta alcanzar el punto más alto, al que llegamos después de dejar la carretera y coger una pista que sale a la izquierda y que nos lleva a A Fenteira y a su Portela, reconocible por encontrar una caseta de vigilancia forestal y un vértice geodésico, al que no es necesario subir si no se desea. Allí, comenzará un descenso en el que encontraremos flechas amarillas, prestando atención porque pasado el río, deberemos tomar el camino de la izquierda como indican las flechas, adentrándonos en un precioso bosque de cuento entre robles y rocas tapizadas de musgo, que nos llevarán a la población de Magros, pasando junto a su fuente lavadero y desde donde nos quedarán aún unos 500 metros de suave subida hasta comenzar un corto descenso que nos llevará a las primeras casas de Beariz y a pasar por su bonita iglesia de Santa María, donde encontraremos tambien un hórreo.

Saldremos a la carretera principal donde en el cruce, encontraremos un bonito monumento dedicado al Camino de la Geira y los Arrieiros (Braga-Beariz-Santiago), que tanto estamos disfrutando. Nos acercamos al Bar Beariz, donde tomaremos unas cervezas y donde nos tratan de manera espectacular, con una atención exquisita, que nos hizo excelentes recomendaciones para redondear esta larga e inolvidable, una vez más, etapa de este singular camino.

En el citado establecimiento nos visita José Balboa Rodríguez (Beariz, Orense, 28 de septiembre de 1936) es un escritor, político, filósofo y Caballero de la Orden de Santiago español de procedencia gallega. Desde su niñez se aficiona a la lectura y enseguida se apropia del lapicero y pluma. En 2016 escribe su primer libro autobiográfico Uno de Tantos. Al año siguiente publica su primera novela Merece la pena (2017) en la que refleja su filosofía y defiende que la vida es el don supremo que se nos da sin que pongamos nada de nuestra parte y ella misma nos obliga a que nos hagamos dignos de tenerla. En 2018 regresa con un conjunto de relatos cortos Arduína y participa en La Feria Internacional de Libro de Guadalajara, México. En 2021 publica La fuerza de los helechos una novela donde realza en su máxima expresión a la mujer. Y es presentada en la Feria del Libro de Madrid. Su nueva obra literaria Susurros desde mi atalaya (2021) un libro donde la creatividad y la imaginación plasmada en letras no dejará a nadie indiferente. Se define como “un loco enamorado de la vida” y piensa seguir llenando folios hasta que su corazón deje de latir.

Tambien ha sido impulsor del primer albergue de peregrinos en el Camiño A Geira e dos Arrieiros. Además de ser el resultado de una iniciativa privada, es el único que ofrece alojamiento gratuito en la provincia de Ourense y hasta Pontevea (A Coruña), funcionando exclusivamente mediante donativos.

José Balboa Rodríguez ha dado un giro inesperado en el mundo de la hospitalidad para peregrinos con su nuevo proyecto: el albergue “Descanso de Peregrinos”, ubicado en el histórico Camino A Geira e dos Arrieros. Este antiguo trayecto, que une Portugal con Galicia, tiene un encanto singular, y Balboa ha decidido aportar su visión innovadora y humanitaria a los viajeros que recorren este fascinante camino menos conocido, pero cargado de historia.

Lo que distingue a José Balboa es su enfoque inusitado y personal en este proyecto. A diferencia de los albergues convencionales, “Descanso de Peregrinos” está concebido como un refugio diseñado para la introspección y la conexión humana. Situado en una de las paradas clave del Camino A Geira, que sigue antiguas rutas romanas y caminos de comerciantes, el albergue ofrece un espacio de reposo físico, pero también de reflexión espiritual, algo que Balboa considera esencial para quienes emprenden este tipo de travesía.

El albergue en sí está construido con una arquitectura tradicional, empleando materiales locales, como piedra y madera, lo que le otorga un carácter acogedor y rústico. Sin embargo, más allá de la estructura física, la verdadera innovación de Balboa radica en la filosofía que guía el albergue. Inspirado en los valores de la simplicidad, la sostenibilidad y la comunidad, “Descanso de Peregrinos” no solo proporciona alojamiento, sino que también invita a los caminantes a participar en actividades que fomentan la convivencia y el crecimiento personal.

Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es su vinculación con la naturaleza y la historia del Camino A Geira e dos Arrieros. José Balboa ha organizado caminatas guiadas y charlas sobre la rica herencia romana del camino, permitiendo a los peregrinos profundizar en el significado cultural y espiritual de su viaje. Además, el albergue cuenta con espacios comunes donde los viajeros pueden compartir experiencias, intercambiar historias y conectarse entre sí en un ambiente de apoyo mutuo y camaradería.

La sostenibilidad es otro pilar clave del proyecto de Balboa. “Descanso de Peregrinos” está diseñado para tener un bajo impacto ecológico, utilizando energía renovable y promoviendo prácticas de reciclaje y respeto por el entorno natural. José Balboa está convencido de que un verdadero descanso debe ser también una oportunidad para conectarse con la tierra y adoptar un estilo de vida más consciente.

José Balboa Rodríguez ve este albergue como un lugar donde los peregrinos puedan no solo descansar sus cuerpos, sino también encontrar claridad mental y espiritual. En sus propias palabras: “El Descanso de Peregrinos no es solo una parada en el camino, es una pausa para el alma, un espacio donde la historia, la naturaleza y la humanidad se entrelazan para ofrecer una experiencia transformadora.”

Este albergue refleja a la perfección el carácter inusitado de José Balboa: una persona que no se conforma con lo ordinario y que ha decidido crear un espacio donde la hospitalidad, la historia y el espíritu del peregrinaje se combinan de una manera única en el Camino de la Geira e dos Arrieros.

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