A ratos por camino, a ratos por la N-525, iremos avanzando por el municipio de Cobreros y a la vera del río Castro hasta Terroso. Después vendrá Requejo, punto de inicio del puerto de Padornelo que coronaremos tras seis largos kilómetros de ascensión. De esta forma podremos asomarnos a tres localidades de la Alta Sanabria: Padornelo, Aciberos y Lubián.
Previamente comentar que al igual que el fin de semana anterior y siendo conscientes de que cada vez nos cuestas más subir un solo día para hacer una jornada del camino, decidimos subir ya fines de semana o puentes, en esta ocasión es el puente diciembre —constitución y de la pura—, salimos de Plasencia una tarde fría de diciembre y según vamos avanzando, más gélida se va tornando, al pasar Zamora, parece que ha nevado, pero el hielo el que vemos por los campos zamoranos y ese paisaje ya no nos abandonará junto con la niebla hasta Tábara, donde tomamos un café y continuamos carretera pues los días son cortos y queremos hacer el camino lo antes posible, sabemos que no contamos con el Albergue de Peregrinos, por encontrarse cerrado, pues en estas fechas se les hiela las tuberías y lo tienen cerrado hasta semana santa, hemos reservado una habitación en el Hostal Carlos V, una habitación comunitaria bastante económica, nos alojamos y damos un paseo por Sanabria, visitando las callejuelas cercanas al castillo, a la bajada del mismo nos sorprenden los vecinos con una fiesta de exaltación —la castaña— de los productos de la zona, sin muchos titubeos nos sumamos a ella, comentan que es una forma de atraer y recibir a los turistas en estas fechas en Puebla de Sanabria, visitamos una taberna típica de la zona, donde nos llaman —por el bullicio, tenemos que aislarnos en la antigua chimenea de la misma para poder hablar y escucharlos— nuestros compañeros —JuanMa, Julián, Nacho y Paco— de fatigas que están una jornada justo detrás de nosotros y que ellos saldrán desde Ríonegro del Puente y concluirán en Lubián y nosotros en A Gudiña, lo que nos servirá para la logística de los vehículos.
Ya en Puebla de Sanabria, la gélida noche se hace notar, —a las diez de la noche hay seis grados bajo cero—, algunos se retiran a descansar y algunos valientes vamos a conocer algún ventorro más de la localidad, para subir la temperatura corporal ya que sigue bajando, —a la hora de acostarnos 10 bajo cero— entablamos conversación sobre el tema con una paisano que trabaja cerca de la estación meteorológica plantando arbolado, y nos manifiesta que la temperatura allí donde el esta debe ser aun cinco grados menos aún, nos comenta como siendo extremeños aun vamos en manga corta algunos, nosotros sonreímos y nos retiramos pues madrugamos, aunque ya falta menos para comenzar a caminar.
El presi da el toque de diana, bajamos a desayunar bien temprano, pues lo pactamos con el dueño, ya con el buche lleno, preguntamos cómo llegar antes al río Castro, para continuar nuestro camino, nos acercamos al coche para recoger material de abrigo y además comprobar la temperatura y nos indica diez bajo cero, retomamos el camino en el Hostal Carlos V, en el centro histórico de Puebla de Sanabria, hacia la parte baja del pueblo, donde volvemos a ver aún más baja la temperatura en el Cuartel de la Benemérita, continuamos y recuperamos la carretera que enlaza con la N-525 y que pasa sobre el río Castro, continuamos por esta vía asfaltada de escaso arcén para, después de un kilómetro y antes de llegar a las indicaciones hacia Orense o Zamora, tomar un camino que nace a la izquierda. Aquí mismo nos recibe un cartel de madera que reza «Camino de Santiago. Bienvenidos al Ayuntamiento de Cobreros«. El camino baja hasta el cauce del río Castro, el que encontramos en algunos tramos helados y avanza en paralelo a este curso de agua. Se alternan tramos de piso cómodo con otros más molestos de cantos rodados. Las tablillas señalizadoras ejercen de guía en este fácil tramo por el que llegamos junto a una empresa de áridos y hormigones llamada Los Peperrines.
Tras la fábrica se sale a la N-525 y caminamos por ella dejando atrás los puntos kilométricos 88 y 89. Entre este y el punto kilométrico 90 y a la altura del cruce a Santa Colomba tendríamos que salir de la carretera por la izquierda para cruzar un arroyo, pero va muy crecido y decidimos continuar por la carretera N-525. Pasamos así por una zona de extracción de áridos y en breve junto a un refugio de pescadores, buen lugar para resguardarse del mal tiempo. Desgraciadamente, la escasa y mala señalización en este punto hizo que desistamos y busquemos la compañía segura de la carretera nacional, quizás sea nuestra mejor opción, situada sólo a unos cientos de metros a nuestra derecha donde pasamos a unos sevillanos que hacían la misma etapa que nosotros. En el punto kilométrico 91 abandonamos el asfalto de la N-525 por la derecha siguiendo la dirección marcada por otra tablilla de madera. Ésta nos interna por una senda que discurre a la izquierda de la autovía y llega hasta el lugar del Quirigual, donde se encuentra la iglesia de Santiago y un crucero que se levantó en agosto de 2012, sustituyendo a uno más antiguo de la década de los 50. Dejamos esta construcción atrás y giramos a la izquierda para cruzar la carretera, coger un atajo por el campo de fútbol y entrar en Terroso.
Cruzamos este pueblo por la calle Cabecero y a la salida cruzamos sobre la A-52 para continuar por un sendero en ligero ascenso. Atendiendo a las flechas, que nos llevan a atajar un par de veces, llegamos hasta un alto donde un cartel nos despide con un «Buen Camino». Bajamos por un bosque y, al igual que en el otro tramo del río, se pierde toda indicación. Hay que tomar como referencia el cauce de la izquierda, y, tras pasarlo, cruzaremos de nuevo sobre la autovía para entrar en Requejo, aquí repostamos fuerzas en el rincón de María donde preguntamos por las tan manidas obras del AVE y sus desvíos, indicándonos que realicemos la subida por la carretera, ya que bastantes desvíos y continúan trabajando y el desvió nos hace realizar más kilómetros. Hay que llegar hasta la N-525, cruzarla y pasar junto a la ermita de la Virgen morena de Guadalupe, tras la que nos internaremos por el pueblo.
Al terminar las casas, tomamos de frente una pista asfaltada que conduce hasta el cementerio. En este punto veremos dos flechas, una que nos hace continuar de frente por un camino que sube y otra que nos indica que giremos a la derecha por la pista asfaltada que sube hasta la N-525. Las dos posibilidades difieren en que una escoge hacer la ascensión al puerto del Padornelo por camino y la otra por el piso de la nacional. El taller de empleo La Aldaba de Puebla de Sanabria limpió y adecuó el tramo final del camino en mayo de 2012, así que se encuentra en perfectas condiciones. Al principio del tramo restaurado, 6 kilómetros más arriba de Requejo, han colocado una concha de madera y han puesto balizas en algunos cruces conflictivos, pero todo esto tendremos que dejarlo, pes hemos decidido hacer el l ascenso por la Nacional es más monótono, aunque más suave. La ascensión por la N-525 lleva cerca de siete kilómetros y abarca los puntos kilométricos 95 al 101, tras el cual se atraviesa un túnel de 435 metros de longitud y se corona el puerto del Padornelo.
Después del túnel, en descenso y pisando el terreno de la considerada Alta Sanabria, salimos de la carretera para coger un carretil de cemento por el que entramos en Padornelo pasando también cerca de la iglesia de Santa María de la Asunción, aquí en el único Bar-Tienda paramos y hacemos las once con un paisano, preguntamos y continuamos nuestro camino. Tras una corta visita salimos de nuevo a la nacional por la que dejamos atrás una gasolinera y un hostal. Después de kilómetro y medio prestamos atención para coger el desvío que señala a Hedroso y Lubián por la ZA-106 y seguimos ahora por esta carretera comarcal hasta llegar a la altura de un camino que sale a mano izquierda, y que cogemos para bajar serpenteando hasta Aciberos. En esta población hay que coger un extraordinario camino que llega hasta Lubián, donde observamos unos hermosos ejemplares de castaños y donde seguimos viendo las inclemencias de las gélidas temperaturas de estas tierras, un trazado que ya existía como vía de comunicación entre ambas poblaciones y que nos resarcirá de los tramos de asfalto anteriores. Al llegar a las primeras casas de Lubián encontraremos el albergue de doble planta, donde ya hay instalados otros peregrinos y donde nos instalamos nosotros.
Llamamos al segundo grupo de peregrinos —JuanMa, Julián, Nacho y Paco— y nos vamos a tomar algo con ellos, también nos y para traernos su coche a Lubián para así mañana regresar antes a Plasencia, Nacho nos recoge y vamos a Puebla de Sanabria donde tomamos algo, recogemos los vehículos y llevamos el de Carlos a A Gudiña y con el de JuanMa regresamos al albergue de Lubián, rápidamente nos encamamos pues hace un frio del carajo y está cayendo una helada del copón.
Pedanía del municipio de Cobreros.
Como tantas otras localidades, la construcción de la autovía A-52 ha mermado sustancialmente sus fuentes de ingresos. Está ubicado al pie del puerto del Padornelo y conserva excelentes muestras de construcciones populares realizadas en piedra y madera. Las viviendas están divididas en dos plantas y antiguamente se adecentaba el espacio inferior para el ganado, mientras que la familia vivía en el piso superior.
Pedanía de Lubián. Ambos pueblos se comunican por un antiguo camino utilizado antes de que existiera la palabra asfalto y que representa un fantástico final de etapa.
El Camino Sanabrés se despide de Castilla y Zamora en esta localidad de la Alta Sanabria separada de Orense por la portilla de A Canda. Los vecinos de Lubián se caracterizan por el gran interés que muestran a todo lo relativo a organización de actos sociales. Todos los años se encadena el penúltimo fin de semana de agosto para organizar el "Día del Camino" y el "Día de la Bicicleta", una ruta un día para senderistas y otro para caminantes en las que participa gran parte del pueblo. También, el sábado anterior al "Día del Camino" se organiza el "Día do Cortello", una cena en el interior de la antigua trampa para lobos donde se degustan 100 kilos de cordero y donde vienen algunos cuenta cuentos que animan la velada con toda clase de historias.
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